Director oficina de la OIT para el Cono Sur y el mercado laboral: “La situación no es tan catastrófica como a veces se señala, aunque tampoco debemos ser complacientes”
Fabio Bertranou, el representante de la entidad internacional, también abordó la negociación multinivel, y planteó los ejes centrales que debiese considerar el modelo.
Por: Carolina León | Publicado: Martes 15 de octubre de 2024 a las 04:00 hrs.
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Menos crítico y fatalista que varios analistas y actores del mercado laboral se mostró el director de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el Cono Sur de América Latina, Fabio Bertranou, sobre la situación del país.
El vocero del organismo internacional profundizó en su lectura sobre los principales indicadores laborales de Chile, y reforzó que la crisis del mercado laboral responde a diversos factores.
Bertranou, además, realizó sus observaciones y planteamientos sobre la agenda laboral que está impulsando el Gobierno, a través del Ministerio del Trabajo, principalmente sobre el proyecto que dice relación con la negociación colectiva multinivel.
¿Negociación multinivel? “Más importante que si la economía y el empleo haya recuperado la situación prepandemia tiene que ver con la posibilidad de acordar una reforma que permita modernizar y mejorar la cobertura de la negociación colectiva”.
“La sostenibilidad de los progresos tiene que ver con los acuerdos tripartitos, pero no inhibe que el Gobierno pueda proponer e implementar políticas que se definen en el ámbito de las instituciones políticas”.
- El alza de la informalidad y la alta tasa de desempleo son temas que mantienen preocupados a los actores del mercado laboral. Desde su punto de vista, ¿cuál es el estado del mercado laboral chileno?
- Tenemos que poner en perspectiva los datos del mercado laboral. Si se analiza la historia y el contexto regional y mundial, la situación no es tan catastrófica como a veces se señala, aunque tampoco debemos ser complacientes.
El mundo del trabajo no solo enfrenta problemas estructurales, sino que también está sujeto a una transformación acelerada por los cambios en la forma de producción de bienes y servicios y el impacto que tienen variables como la tecnología y la migración, entre otros.
Más allá de la estructura económica, en el mundo del trabajo persisten temas como la relativa baja participación laboral de las mujeres, el desajuste entre la demanda y oferta de calificaciones para el trabajo, la desigual capacidad de generación de empleos de distintos sectores para absorber los necesarios flujos migratorios en un país que está envejeciendo rápidamente y comenzará a experimentar en menos de dos décadas una caída de la fuerza de trabajo.
- En materia de informalidad ¿qué tipo de iniciativas se debiesen activar para abordar este problema?
- No hay bala de plata para abordar el fenómeno de la informalidad. La OIT promueve un enfoque integral y multiactor para el desarrollo de estrategias de transición de la informalidad a la formalidad.
La informalidad es muy heterogénea y requiere de distintos tipos de instrumentos que puedan -tanto por el lado de la demanda como de la oferta- actuar en forma coherente. Promover la formalización de los trabajadores independientes o de las PYME o de los asalariados informales en empresas formales requiere de instrumentos totalmente distintos y a veces gestionados por instituciones públicas diversas.
En resumen, se requiere un enfoque integrado con distintos instrumentos fiscales de incentivos y sanciones, de seguridad social y de fiscalización que pongan la prioridad en los segmentos más informales (...) Un enfoque integral podría tener una meta de reducción de la incidencia de la informalidad factible para la próxima década, por ejemplo, reducir a 20% o menos.
-¿Ha faltado proactividad del Gobierno en el manejo de la informalidad laboral?
- Existe espacio para mejorar la coordinación y complementación de políticas. El fenómeno es multicausal y requiere de instrumentos gestionados por distintos ministerios y autoridades en distintos niveles de Gobierno. Todos los países enfrentan estos dilemas y la OIT pone énfasis también en la participación de las organizaciones de empleadores y trabajadores en las estrategias de formalización.
“Mejorar la cobertura de la negociación colectiva”
- El Gobierno decidió impulsar la negociación multinivel. ¿El contexto le parece adecuado? Se ha planteado que el mercado laboral aún no logra superar los coletazos que dejó la pandemia...
- Más importante que si la economía y el empleo haya recuperado la situación prepandemia, esto tiene que ver con la posibilidad de acordar una reforma que permita modernizar y mejorar la cobertura de la negociación colectiva. Adecuaciones de las instituciones laborales, como la negociación colectiva, pueden realizarse en cualquier etapa del ciclo económico, en la medida que son oportunidades para mejorar su funcionamiento.
-¿Se justifica el querer avanzar en una negociación multinivel teniendo una tasa de sindicalización cercana al 19%?
- La baja cobertura de la negociación colectiva es ciertamente uno de los desafíos más importantes que tiene esta institución del mundo del trabajo para Chile.
La negociación colectiva es mundialmente reconocida como una institución que permite dar mayor estabilidad, armonía y clima de colaboración en las relaciones laborales, también reducir las desigualdades e, incluso, mejorar la productividad. Tanto la informalidad como la baja sindicalización representan desafíos importantes para la cobertura y alcance de los beneficios que puede otorgar la negociación colectiva. Sin embargo, hay países que aún con baja tasas de sindicalización alcanzan niveles relativamente altos de cobertura de la negociación colectiva.
- El sector empresarial ha sido crítico con la idea de avanzar en este tema y se negó a participar de los diálogos convocados por las autoridades ¿Qué le parece esta postura? ¿Es dañino para el diálogo tripartido?
- Un principio fundamental del diálogo social es la autonomía de las partes, por lo que cada actor tripartito -Gobierno, organizaciones de empleadores y de trabajadores- está en su derecho de decidir el momento y las materias de diálogo.
Desde OIT consideramos que la sostenibilidad de los progresos tiene que ver con los acuerdos tripartitos, pero no inhibe que el Gobierno pueda proponer e implementar políticas que se definen en el ámbito de las instituciones políticas.
- Diversos aportes técnicos de la OIT han apuntado a prestar atención a la fragmentación sindical. En Chile existen cuatro centrales sindicales, ¿esto podría complicar la implementación de un modelo de negociación multinivel?
- Tener más fragmentación, ciertamente podría complejizar no solo un esquema multinivel, sino la negociación colectiva en general.
La OIT, a partir de su marco normativo internacional acordado en forma tripartita, no recomienda un modelo particular de relaciones laborales y negociación colectiva, sino principios que deben guiar la construcción de las relaciones laborales, como es que debe ser libre y voluntaria, y que debe respetar el principio de la autonomía de las partes.
Aún cuando la negociación colectiva es bipartita, las autoridades gubernamentales pueden cumplir un importante papel en la promoción de esta institución del trabajo, por ejemplo, a través del establecimiento de marcos regulatorios, la facilitación de información pertinente y fiable o fomentar el intercambio de información entre las partes negociadoras.
También hay un rol relevante en el establecimiento de procedimientos para la prevención y solución de conflictos que pueden surgir durante la negociación colectiva, o en relación con la interpretación y aplicación de los convenios colectivos.
- A su juicio, basado en el conocimiento de la OIT, ¿qué ejes deben considerarse en la discusión de la negociación multinivel?
- Una propuesta de negociación multinivel, a partir de lo que hemos observado en experiencias internacionales, debería contemplar el fortalecimiento de las capacidades de los interlocutores sociales, adecuar el marco jurídico, y ampliar el alcance y carácter inclusivo de la negociación colectiva. También es clave desarrollar capacidades en la administración del trabajo para afrontar estos posibles cambios en el sistema de relaciones laborales colectivas.
“Es una posibilidad”
- Hace poco el Gobierno presentó un proyecto para garantizar la efectiva equidad salarial. ¿Qué le parece la propuesta?
- La experiencia internacional muestra que este es uno de los caminos posibles que, en forma complementaria con otros, puede ir reduciendo el flagelo de la inequidad salarial. El Gobierno ha realizado una propuesta basada en otras experiencias internacionales y parámetros que tienen que ver con el Convenio 100 de la OIT sobre igualdad de remuneración por igual valor del trabajo.
La posibilidad de que esta legislación, de ser adoptada, tenga efectos, dependerá mucho del compromiso de las empresas y la efectividad del rol promotor y fiscalizador de las autoridades.
- Recientemente la ministra del Trabajo se abrió a la posibilidad de intercambiar algunos feriados por más días de vacaciones. ¿Valdrá la pena evaluar el cambio?
- Es ciertamente una posibilidad como lo muestra la experiencia en otros países de la región y el mundo. Más allá del balance óptimo entre feriados y días de vacaciones, desde la OIT promovemos la importancia de los acuerdos entre los actores del mundo del trabajo.
Hay ejemplos recientes muy valiosos de acuerdos tripartitos como han sido la reducción de la jornada laboral, la adopción de la normativa internacional en materia de eliminación y prevención del acoso y violencia en el mundo del trabajo (Convenio 190), o la ratificación del convenio 176 sobre seguridad y salud en la minería.